Las hayas han echado sus primeros brotes primaverales. Aprovechamos sus troncos para colgar la pancarta con la que dar ánimos a Igor que, por cierto, coronó en La Herrera en primer lugar. No sería por esto, segoro, si no por su estado de forma que va afinando para próximos retos.
En el alto de La Herrera no hacía el mejor tiempo posible y nos protegimos de la lluvia con los chubasqueros y del frío con una buena parrillada de txistorra, morcilla, queso... A la noche en Castroviejo charlamos en torno a una suculenta parrillada de costilla, ágapes que tendemos a regar con vino de la tierra.
Antes de volver a casa, la foto de rigor. En esta ocasión posamos en la escalinata de la plaza de Brieva de Cameros.
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